Ruta de las ermitas de Tella.

por vvs_admin
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Esta ruta es un agradable paseo circular situado en el Valle de Escuain perteneciente a la Comarca de Sobrarbe en la provincia de Huesca ( Aragón) , que nos permite disfrutar de la naturaleza y al mismo tiempo descubrir tres joyas del patrimonio arquitectónico de los Pirineos: la ermita de los Santos Juan y Pablo (siglo XI), la ermita de la Virgen de Fajanillas (siglo XII) y la ermita de la Virgen de la Peña (siglo XVI).

La ruta, mágica y espectacular, comienza en la entrada del pueblo situado a 1340 m de altitud en alta montaña. La corta duración y el escaso desnivel que presenta el itinerario hacen que esta ruta sea idónea para hacerse en familia.

Junto a la iglesia parroquial de Tella comienza la senda que nos llevara en poco tiempo y a través de un magnífico bosque de pino rojo con abundantes matorrales de boj hasta la primera ermita, la Ermita de los santos Juan y Pablo tiene 1000 años. Está situada en un saliente rocoso y desde aquí hay unas increíbles vistas sobre la Garganta de Escuaín, Revilla y la montaña de Tella que comunica con el Valle de Pineta. Data del siglo XI, según los documentos de la época, fue consagrada por el Obispo de Roda de Isábena en el año 1019. A esta fecha corresponde el ábside con planta de herradura cubierto de bóveda de horno apuntada y la pequeña cripta existente.

Siguiendo la ruta y ascendiendo suavemente a través del sendero por el bosque llegaremos a la segunda ermita, la Ermita de Fajanillas. La Ermita de Nuestra Señora de Fajanillas es un templo románico del siglo XII, de nave única y pequeña y ábside semicircular a la que posteriormente se adosó una capilla y una torre-campanario. La primera construcción data del siglo XII, aunque se amplió en el siglo XVI. Según algunos historiadores, la ermita pudo ser originalmente la capilla parroquial de Tella.

Continuamos por el sendero hacia el lado sur del collado y tras superar una pequeña pendiente, se encuentra la ermita de la Virgen de la Peña. Es la más moderna de las tres, fue construida en el siglo XVI y se hizo una restauración en 1995. Junto a ella un espectacular mirador que nos muestra todo el escaparate natural que la rodea…Gargantas de Escuain, miradores de Revilla, Castillo Mayor, Punta Suelza, Bachaco y la paz y armonía que transmiten los tonos verdes que se divisan.

Finalmente bajamos de nuevo al sendero que continua en suave descenso siempre en sombra hasta llegar al pueblo.

El pueblo se articula alrededor de una calle principal. Las casas orientadas hacia el sur intentando lograr la mayor parte de horas de sol y por el norte la montaña protegiendo del frio. Las casas son de piedra, tejados de losa, pocas ventanas y chimeneas decoradas con espanta brujas. Cuentan las leyendas que ésa era una zona de brujas y por eso usaban esos elementos que ahora son decorativos para protegerse de ellas.  Aunque no hay constancia escrita de la existencia de Tella hasta el año 1210 (Cartulario del monasterio de San Victorián), sus orígenes son remotos y la presencia humana en este paraje es milenaria, Una buena prueba de ello es el Dolmen situado a 500 metros antes de entrar en la población. Vale la pena visitar este paraje también.

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